El Parlamento de Japón ha dado luz verde al tercer presupuesto adicional por 12,1 billones de yenes (116.400 millones de euros) para la reconstrucción de las zonas arrasadas por el terremoto de marzo y para combatir la persistente fortaleza del yen.
El presupuesto, aprobado por el Gobierno a finales de octubre, es el segundo mayor presupuesto extraordinario en la historia de Japón tras el aprobado tras el colapso de Lehman Brothers (141.500 millones de euros). Además sigue a otros dos que recibieron el visto bueno en mayo y julio por valor de 2 y 4 billones de yenes (19.250 y 38.500 millones de euros, respectivamente) para la rehabilitación tras la catástrofe.
Está previsto que para financiarlo el Gobierno emita nueva deuda, en forma de los llamados «bonos para la reconstrucción», por unos 11,5 billones de yenes (unos 110.000 millones de euros).
Más impuestos y menos gastos
A fin de abonar los intereses de estos bonos sin aumentar la pesada carga fiscal de Japón, el país con la mayor deuda pública del mundo industrializado (cerca del doble de su PIB) prevé subir algunos impuestos (lo aprobará el 30 de noviembre), vender activos estatales y aplicar recortes de gastos.
Del total del presupuesto, la mayor parte, casi 90.000 millones de euros, costeará directamente la reconstrucción de las zonas afectadas y la reubicación de los residentes afectados por el desastre, que destruyó más de 300.000 viviendas.
Más de 6.000 millones de euros serán para ayudas a las pequeñas empresas, sobre todo de agricultores y pescadores, afectadas por la catástrofe, mientras que para afrontar el desastre nuclear desatado por el tsunami en la central de Fukushima se contemplan unos 3.500 millones de euros.
Además de estas cantidades, el presupuesto incluye unos 19.250 millones de euros para financiar medidas que combatan los efectos de la fortaleza del yen, en niveles récord frente al euro y el dólar, lo que reduce seriamente la competitividad de las empresas exportadoras de Japón.
Un déficit comercial de 2.631 millones
Precisamente Japón registró un déficit comercial de 273.794 millones de yenes (2.631 millones de euros) en octubre, con el 3,7% menos de las exportaciones, hasta los 5,51 billones de yenes (52.958 millones de euros).
El indicador bajó de manera inesperada en octubre por el aumento de las importaciones de recursos energéticos por la crisis nuclear en la planta de Fukushima, que ha paralizado numerosos reactores atómicos en Japón, y la caída de las exportaciones, por primera vez en tres meses.
La balanza comercial en Japón se depreció en comparación con el superávit de 300.420 millones de yenes (unos 2.887 millones de euros) registrado el pasado mes de septiembre.
Las importaciones aumentaron un 17,9% interanual hasta los 5,79 billones de yenes (55.650 millones de euros), en las que destacó el incremento en un 35,6% de los recursos energéticos.
Caen las exportaciones a China
Las exportaciones a China, el principal socio comercial de Japón, cayeron en octubre un 7,7%, mientras que las importaciones crecieron un 16%, lo que resultó en una balanza negativa de 228.916 millones de yenes (2.200 millones de euros).
El saldo comercial con EE.UU. fue positivo por 389.459 millones de yenes (unos 3.743 millones de euros), después de que las exportaciones cayeran un 2,3% y las importaciones aumentaran un 9,7%.
Con la Unión Europea (UE) Japón tuvo un superávit de 100.212 millones de yenes (unos 963 millones de euros), reflejo de la caída del 2,9% en las exportaciones y el incremento del 15,1% en las importaciones.
El pasado mes de septiembre el Ejecutivo nipón publicó la balanza comercial entre abril y septiembre, primera mitad del año fiscal de Japón, negativa por 1,7 billones de yenes (16.339 millones de euros) a causa de los efectos del devastador terremoto de marzo, que golpeó seriamente a la economía nipona.
En esos seis meses las exportaciones han caído un 3,8%, hasta 32,8 billones de yenes (unos 315.200 millones de euros), mientras que las importaciones crecieron un 12,1%, hasta 34,4 billones de yenes (unos 330.600 millones de euros).
