Japón, durante mucho tiempo ha experimentando un bajo crecimiento económico. El problema se inició a mediados de la década de 1990, cuando las principales empresas japonesas no podían cambiar su estilo de gestión anterior tras el fin del bloque comunista. Para acelerar el crecimiento económico de Japón, el gobierno estableció una política financiera de interés cero. Los intereses del Banco se han mantenido por debajo del 1 por ciento como resultado de estas acciones. A pesar de que la política fue levantada en el año 2006, las tasas de interés bancarias siguen siendo bajas y ya no tiene sentido para el pueblo japonés ahorrar dinero en los bancos.
Las cajas de ahorros, que han sido durante mucho tiempo el método más popular de ahorro para la población japonesa, se convirtió en un sistema incapaz de motivar al público a mantener sus activos monetarios en los bancos. Puede ser que sea la primera vez en la historia del país en la que el pueblo de Japón presta seria atención a las inversiones. Las personas empezaron a tomar una mirada seria en el mercado de valores. La inversión en estas divisas a través del Internet parecía ser una opción de inversión atractiva para el público.
El hecho fue que, además de un bajo crecimiento económico en Japón, el mercado bursátil japonés también había mantenido un bajo crecimiento. En contraste con los mercados de valores en el extranjero, los cuales estaban mostrando recuperación, la bolsa japonesa se ha mantenido baja. Para empeorar las cosas, los salarios de los trabajadores japoneses ha seguido disminuyendo. El salario promedio alcanzó un mínimo histórico de cuatro millones de yenes japoneses en el año 2010. Parece que los japoneses han perdido sus medios de hacer dinero.
Los hechos anteriores proporcionan un fondo para que los inversionistas japoneses empezaran a buscar nuevas oportunidades de inversión. La Ley de Divisas y de Comercio Exterior ha sido revisada en favor de los comerciantes individuales que realizan inversiones de divisas desde el año de 1998. Las conexiones de alta velocidad a Internet funcionaban con esta tendencia en el 2002. Los operadores de divisas comenzaron a utilizar el Internet de alta velocidad para su comercio. A medida que el mercado de valores continuó a estancarse después del 2007, el uso del Internet de alta velocidad para operaciones de cambio fue gradual, pero constante.
Muchos nuevos inversores participaron en el mercado de compra-venta de divisas. Las empresas de comercio inicialmente comenzaron a tratar el ámbito de las divisas. La revisión de la ley de divisas japonés en 1998, ha crecido hasta convertirse en una de las opciones de inversión más importantes para muchos japoneses que perdieron las ventajas de invertir. Dado que los corredores de bolsa inexpertos comenzaron a utilizar el comercio de divisas, ha habido algunos fiascos creados en el mercado. Además de establecer su posición como una de las opciones de inversión más importantes, sigue siendo uno de los mercados más vibrantes de la industria financiera en Japón.