Esta semana ha marcado un cambio en la tendencia del yen frente al dólar que fue muy bien recibida por el mercado de Tokio.
El yen ha mostrado una patente debilidad frente al dólar, ubicándose en torno de los 92 dólares. Esta situación, sin lugar a duda, mejora la perspectiva de los grandes exportadores nipones, dando aire a un sector que se ha visto fuertemente afectado por la anterior racha de fortaleza del yen.
En cuanto a los movimientos observados en el cambio euro-yen, el acuerdo alcanzado por los líderes de la Unión Europea en referencia al rescate de Grecia por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI), ha dado cierto alivio al castigado euro y le ha permitido recuperar algunas posiciones.
Sin embargo, como indicó Yukio Takahashi, de Mizuho Securities, la relación euro yen estará signada por la posibilidad de que se extienda el temor sobre la salud fiscal de Europa, en cuyo caso volverán las reticencias sobre la moneda común europea y con ello, una nueva apreciación del yen.
Esta movida que registró la moneda nipona ha provocado que el entusiasmo se apodere de los mercados y con ello impulse al Nikkei a sus máximos de año y medio.
La Bolsa de Bolsa de Tokio subió en la jornada de cierre de la semana, superando provisionalmente la barrera psicológica de los 11.000 puntos.
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