La elección de seguro de salud no es sencilla. Existe una gran oferta y mucha competencia en el sector asegurador. Eso hace que el usuario pueda llegar a confundirse respecto a cuál es la propuesta que mejor se adapta a sus necesidades. Estas son algunas claves para distinguir la mejor opción.
La necesidad de un seguro de salud está fuera de toda duda. Sin embargo, en la elección de seguros el usuario medio puede encontrarse perdido. Esto es normal, la oferta es enorme y en muchos casos las compañías compiten con mensajes muy contundentes sobre precios, coberturas, etc.
No es fácil elegir un seguro, pero, existen algunas preguntas que te puedes hacer para tratar de determinar lo que realmente necesitas.
¿Qué es lo que quieres proteger?
No todas las necesidades de protección de salud son iguales. Para una persona joven con una actividad profesional y física en la media la necesidad de cobertura es menor que para una persona de mayor edad con una actividad profesional de mucho estrés y una baja actividad física.
Esto es fácilmente comprensible, pero no el único factor a tener en cuenta. A la hora de determinar cuál es el nivel de cobertura que realmente necesitas, deberías tener en cuenta factores como:
- Si el seguro te cubre a ti o también a tu familia
- Si tienes enfermedades preexistentes
- Si desarrollas actividades que ponen en riesgo tu salud
- Si tienes otros seguros que cubren parte de las coberturas que te ofrece el de salud
Por supuesto, también debes contemplar que el seguro te ofrezca las coberturas básicas:
- Atención primaria
- Hospitalización menor (y mayor)
- Cobertura dental
Ten en cuenta que, debido a la super especialización de los seguros, las pólizas cada vez son más flexibles. Puede, por ejemplo, que dentro de un seguro de accidentes de tu empresa ya tengas un seguro de hospitalización. Por eso es importante determinar lo que quieres proteger.
¿Cuánto quieres pagar por tu seguro de salud?
A nada que hayas revisado la oferta de mercado habrás podido comprobar que existe una variedad realmente grande de oferta y precios. La distancia de precio entre unas propuestas y otras es muy elevada y esto hace dudar al usuario.
Lógicamente, lo primero es entender que los precios se relacionan de manera directa con los niveles de cobertura. Generalmente, un seguro con un precio elevado va a ofrecer mayores niveles de cobertura y herramientas complementarias.
Sin embargo, esto no significa que un seguro barato sea peor. Simplemente, tendrá menos coberturas o menor volumen de compensación. Pero, teniendo en cuenta que no todas las personas necesitamos la misma protección, en muchas ocasiones puede ser perfectamente adecuado para nosotros.
Por otro lado, en el tema del precio del seguro de salud, es importante valorar los costes de los copagos. Piensa que muchos seguros abaratan su oferta ya que, en caso de utilizar las coberturas, deberemos abonar determinadas cantidades de dinero.
El copago es una herramienta que puede resultar muy útil para personas que no tienen una previsión clara del uso del aseguramiento. Por ejemplo, para una persona joven sin problemas de salud, puede resultar mucho más económico y útil un seguro con copago.
En definitiva, el precio para estas pólizas es un factor importante, pero la contratación debe basarse en un estudio profundo del conjunto de necesidades de protección, seguros que ya se poseen y precio de la propuesta.