El ministro japonés de Finanzas, afirmó que el Gobierno tomará las medidas necesarias para frenar la hasta ahora imparable apreciación del yen frente al dólar. Dichas medidas podrían incluir una nueva intervención en el mercado de divisas, para abaratar su moneda.
El yen se cambiaba ayer a su precio máximo en quince años frente al dólar (81,8550 yenes por dólar), lo que impulsa la deflación nipona, poniendo en cuestión la recuperación de su economía.
Pero el caso de Japón no es único, ya que también ayer el Gobierno tailandés dio luz verde a varias medidas para impedir que su moneda, continúe apreciándose frente al dólar, ya que en el último mes se cambia casi un 4% más caro.
En el otro extremo, es decir, con una divisa débil que potencia sus exportaciones, se encuentra China, que sigue negándose, como le exigen Estados Unidos y Europa, a apreciar de forma sustancial un yuan artificialmente barato frente al billete verde, aunque el los últimos días se ha encarecido algo su cambio.
Ante semejante escenario, la reunión que el G-20 celebrará en Seúl el próximo mes promete ser otra batalla entre los países desarrollados y las economías emergentes por sus respectivas políticas monetarias.